Los camiones de obra son unas máquinas sometidas a una presión brutal. Trabajan en condiciones límite y, además, deben ser capaces de salir a carretera sin penalizar el consumo. Un difícil equilibrio que se convirtió en un reto para los ingenieros de Daimler.
Llevar fabricando camiones desde 1896 tiene sus ventajas. Los nuevos Arocs están acostumbrados a la tensión del trabajo de obra. Por algo los motores Euro VI llevan nombre de emperador. La potencia cuando hablamos de pendientes de vértigo, temporales de nieve o remolcando toneladas de arena es crucial. Pero también es importante que tanto sobreesfuerzo y los trayectos sobre asfalto no supongan una penalización a largo plazo en el mantenimiento.
Las piezas del Arocs pueden sumar intervalos entre mantenimiento de hasta 120.000 kilómetros de rodaje. Un récord que permite la tecnología introducida en su fabricación para que el desgaste sea mínimo. Es el milagro que obra el cambio Power Shift 3, que funciona como la suave perfección.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.